· Se pronuncia en el marco del Día Internacional para Concienciar sobre el Desarme y la No Proliferación
· Convoca PT a la unión en pos de una nueva arquitectura internacional por el bienestar de la humanidad
En representación del grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT), el diputado federal Benjamín Robles Montoya aseguró que la ruta del desarrollo es la estrategia correcta para lograr la paz mundial, así como desde el 2018 lo ha está haciendo el Gobierno de México.
Durante la sesión ordinaria del 06 de marzo, en el marco del Día Internacional para Concienciar sobre el Desarme y la No Proliferación, el legislador oaxaqueño urgió a promover a las naciones, especialmente entre la juventud, una mayor comprensión de las cuestiones de desarme entre el público.
“Entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho es la paz”, citó Benjamín Robles al patricio Don Benito Juárez. En este sentido, al considerar monstruosidades a las guerras y conflictos armados de la historia refirió que la humanidad sigue sin aprender de estos devastadores sucesos.
“Compañeras, compañeros hemos llegado al borde del precipicio de una guerra nuclear y es imperativo que desde todas las naciones alcemos la voz, no la voz de una nación, ni de varias naciones, sino de la humanidad entera por la paz y en contra de la guerra nuclear.
Que todos los ciudadanos del mundo también se unan en pos de una nueva arquitectura internacional de seguridad y de desarrollo que garantice el derecho al bienestar y al desarrollo económico de las personas del planeta. Lograr la paz a través del desarrollo, esa es la ruta”, asentó Robles Montoya
Por ello, el diputado federal del distrito 08 con cabecera en Oaxaca de Juárez enfatizó que las naciones deben de centrar sus estrategias en modelos eficaces de desarrollo como el que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador con el Humanismo Mexicano.
En México, precisó el petista, este modelo económico de la Cuarta Transformación, consiste en distribuir la riqueza y atender de manera prioritaria a la población más pobre, generando mejores ingresos, bienestar y garantizar la inversión nacional y extranjera, el crecimiento económico; y lo más valioso, la gobernabilidad y la paz social.
Concluyó en que la paz es el camino para la reconciliación humana y lamentó que las sanciones económicas solo han servido para agravar los conflictos, para producir más sufrimiento a los pueblos, para provocar desabasto de medicamentos y energía, así como para impulsar la inflación mundial.